En este artículo explicaremos la diferencia (a veces tan difícil de diferenciar) entre experimentar tristeza y depresión.
La tristeza y la depresión tienen, sin duda, cierta semejanza. Ambas se suelen experimentar de manera desagradable. Sin embargo, cuando hablamos de tristeza estamos hablando de un sentimiento. Ésta es una emoción que todos sentimos en algún momento a lo largo de nuestra vida y es normal y funcional. La depresión, sin embargo, es algo mucho más amplio. Ésta incluye a la tristeza, pero también a una serie de alteraciones añadidas (alteración del sueño, alimentación, estado de ánimo, energía vital, motivación, inactividad, dificultad para experimentar placer, etc). Una persona puede llegar a experimentar tristeza con frecuencia y no llegar a tener depresión. Por otro lado, hay gente que desarrolla un estado depresivo y apenas declara sentir tristeza (la depresión puede decusar con ira o irritabilidad y ésta camuflar a la tristeza). La tristeza es un sentimiento, la depresión es un patrón estable, un estilo desarrollado para hacer frente a los propios sucesos que la vida ofrece. Es normal tener dificultad para distinguir ambos conceptos. En nuestra sociedad solemos (como resultado de la desinformación) llamar depresión a lo que es tristeza, o un simple bache en la vida que no necesariamente nos va a hundir. La depresión es un proceso revertible y ampliamente estudiado por la comunidad científica. Existen tratamientos para poder invertir el proceso depresivo y lograr, poco a poco a poco, recuperar una dinámica más saludable para desenvolverse en el día a día. Es por esto, que como psicólogo de CPTG de Sevilla (www.fescudero.com), quiero ilustrar sobre la diferencia entre ambos términos.
La tristeza, al igual que la alegría, es una emoción básica y transitoria. Ésta se experimenta de manera volátil, en función de unos motivos concretos que la suscitan. Las emociones, como la tristeza, nos guían a la hora de detectar qué es importante para nosotros y qué decisiones tomar. Una vida equilibrada no está exenta de emociones "negativas". Sino que la persona permite que estas emociones ejerzan de guía en la vida, sin permitir que dichas emociones nos atasquen. Si nunca estuviéramos tristes no cambiaríamos. Y cambiar es algo necesario para adaptarse al cambio de nuestras necesidades y al cambio de circunstancias que vivimos. La tristeza normalmente aparece cuando no logramos nuestros objetivos, cuando perdemos a una persona valiosa o en cualquier situación que implique un dolor físico, psicológico o emocional. Si no fuera por la tristeza no adaptaríamos nuestras emociones a las pérdidas y cambios, actuaríamos siempre de la misma manera y acabaríamos siendo disfuncionalmente inflexibles.
Cuando la emoción de tristeza nos invade con una frecuencia desproporcionada y acabamos sintiéndonos desolados, desadaptados y desesperanzados con respecto a nuestra capacidad para adaptarnos al mundo, es cuando empieza a aparecer la depresión. La depresión no es solo un sentimiento. También es un patrón conductual de evitación, preferimos quedarnos en casa y no salir antes de hacer las cosas sobre las que hemos perdido la motivación. Una vez iniciado este proceso puede alimentarse cuando acabamos aislándonos socialmente o abandonando actividades gratificantes. Es entonces cuando la depresión acaba entrando en una bola de nieve cada vez más grande.
La depresión se encuentra actualmente entre los problemas de salud pública más importantes en nuestro país, y es además, uno de los más incapacitantes. Se caracteriza por un conjunto de síntomas relacionados con un pesimismo crónico y sensación de malestar general. Evita que sintamos placer y nos hace ver el futuro de una manera pesimista. Insisto en que la depresión es un proceso reversible casi en la mayoría de sus casos y que los tratamientos estandarizados permiten la recuperación de la vida de la persona. La manera en la que una persona ve la depresión es muy importante, puesto que si creemos que es algo que genera nuestro cerebro y que no podemos controlar, la recuperación será mucho más complicada. Esto lo expliqué en este artículo sobre depresión.
Si crees que tú o alguien cercano a ti sufre depresión, en nuestra consulta CPTG de Sevilla (www.fescudero.com). Puedes contar con un tratamiento profesional en base a programas estandarizados y desde un enfoque terapéutico cognitivo-conductual, humanista y familiar sistémico.
Atención psicológico en los Remedios: Psicólogo Sevilla,
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Tambien en Bormujos: www.centrobiem.es
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