Cuando ser consciente de tu realidad te hace sentir mal
En este video quiero señalar la paradoja que entraña el entrar en consciencia de las cosas que no nos gustan de nosotros mismos. Llevas horas perdiendo el tiempo procastinando y postponiendo tus obligaciones. O te das cuenta de que estás cayendo en pautas anteriores de compulsividad, de irritación, de hablar mal a la gente, o te das cuenta de que estás cayendo en las preocupación excesiva o en “rallarte” anticipando catástrofes en tu trabajo que escapan mucho de lo habitual. O te das cuenta de que estás permitiendo que la gente se tome demasiada confianza contigo mismo o evitando defender tus derecho por miedo a que tu jefe te despida.
¿Cuál es la paradoja de la consciencia? Que cuando te des cuenta de ello te sientas culpable por estar haciéndolo mal, es decir, que te emitas un juicio a ti mismo “eres malo, lo estás haciendo mal otra vez, eres un tonto”). Y resulta paradójico, porque si te has dado cuenta de que estás entrando otra vez en tu automatismo o en las pautas destructivas ¿Qué más da si te das cuenta tarde? Por lo menos te estás dando cuenta.
Es que si no te dieras cuenta continuarías cometiendo el mismo error una y otra vez ¡Esa es la paradoja! Que para hacerse consciente a veces hay que pasar el mal trago de mirarse sin tapujos en el espejo.
Este fenómeno suele presentarse en el caso de las adicciones y la ludopatía. Cuanto más tiempo llevas echando la monedita o consumiendo la droga menos motivación tienes por parar porque más culpa entrañaría el parar esa conducta y tener que lidiar con la consciencia de saber que se ha hecho mal todo este tiempo. Que decir si se lleva el consumo clandestinamente y a escondidas de la familia, el tiempo acaba, sedimento tras sedimento, haciendo que la culpa y la vergüenza haga más difícil el salir del agujero. Pero es paradójico porque ser consciente es en sí mismo bueno, aunque entrañe vergüenza, arrepentimiento o culpa. Pero es paradójico que dicha consciencia, que es al final la que nos puede ayudar a salir de algunas conductas inadecuadas, sea a la vez la pala que nos va metiendo más y mas en el hoyo.
Si te has dado cuenta de que estás hablando mal, bien! Te has dado cuenta, Ahora puedes cambiarlo, alterar tu pauta, puedes empezar a gestionar la ira, la compulsividad, tomar decisiones para perder menos el tiempo o aventurarte a conocer el motivo por el que actúas de una manera destructiva. ¿pero machacarte por caer en esa pauta, es esa una buena opción? No, es más, la culpa hace que te sumerjas aun más en la pauta destructiva. Es un poco como la lógica, para lo que me queda en el convento me cago dentro, si ya lo estoy haciendo tan mal y soy tan horrible pues ya lo hago mal pero hasta el extremo, ¡Mírame qué horrible soy!
La paradoja de la consciencia se da también cuando alguien reflexiona sobre su historia personal y dice “si yo volviera atrás no actuaría de ese modo, fui un idiota”. ¿Sí? ¿Enserio? Si tu volvieras atrás actuarias motivado por los mismo condicionantes, el mismo conocimiento y el mismo nivel de madurez que tenías en ese momento. Porque esta lectura la estás haciendo desde este instante, y en este instante sabes lo que antes no sabías, has adquirido lecciones que antes no tenías, has experimentado lo que antes no habías experimentado y eres consciente a un nivel que antes no lo eras. Entonces, piensas en el pasado y te sientes culpable.
Que curiosa paradoja porque si te permites juzgar el pasado es precisamente porque ahora lo ves desde el pilar de la autocrítica y desde un plano más sabio, que curioso que te sientas culpable cuando el motivo que te lleva a pensar esto es precisamente que ahora tienes más bagaje, más conocimiento, más experiencia, más consciencia. Y te sientes culpable por algo que hiciste cuando no tenías ninguna de estas cosas. La paradoja es que si fuéramos siempre igual de necios o miopes o arrogantes no nos expondríamos a la vergüenza o culpa que entraña el verse a sí mismo con perspectiva. Quizá necesitaste esa culpa y vergüenza para evolucionar al punto donde estás ahora. Y que curioso que nos sintamos avergonzados y culpables por mirar nuestra historia y qué curioso que precisamente eso sea un indicador de que ahora te ves desde una perspectiva diferente
Que paradójico que cuando ya tienes la potestad de ser consciente de ver tu error y volver suavemente a dejar de reforzar esos vicios en vez de alegrarte te martirices. Este idea ha estado basado en la teoría de la disonancia cognitiva y el efecto de violación de la abstinencia por si quieres investigar más sobre el tema. Hasta luego.
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Francisco Escudero
26-3-23
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