Que tengas celos no necesariamente te convierte en alguien celoso, así como expresar rabia no te convierte en un agresivo. Parece una obviedad, pero quizás no lo es tanto. La rabia y los celos son respuestas emocionales, no características de personalidad. En ciertos entornos, acostumbramos a censurar algunas emociones y al final lo que nos queda es etiquetar o estigmatizar a la persona. Es decir, lejos de facilitar que esa persona regule la emoción, ponemos el grito en el cielo y decimos "la rabia es mala, los celos son el demonio".
Voy a profundizar un poco en estos aspectos. Es cierto, no lo neguemos, hay personas agresivas y celotípicas. Estas últimas aprovechan cualquier resquicio para intentar tener el control en una relación, y los celos se disparan de manera notable y repetida ante circunstancias que no justifican dichos celos. Si este es el caso, a dicha persona le convendría arreglar dicho problema de celos o ira. Pero no por ello todo el mundo que expresa ira o celos pasa a ser una persona agresiva o celosa. Los que me conocen saben que soy muy poco fan de las etiquetas, siempre que éstas no nos sirvan para orientarnos a comprender lo que nos sucede y (gracias a ello) poder generar un cambio.
Pero no siempre alguien que expresa celos tiene un problema sistemático con los celos. Los celos no solo se expresan (obviamente) hacia tu pareja, pero centrémonos en el caso de una pareja. Puede que incluso el otro miembro de la pareja reciba ciertos beneficios al ponerle al otro la etiqueta de agresivo o de celoso. Puede que esto sea una manera de invalidarle, quitarle la acreditación de poder defender un derecho. "Tú que eres un agresivo o tú que eres una celosa ya no tienes derecho a opinar", cuando puede que lo que haya perdido dicha persona sean las formas, pero no necesariamente el fondo.
Estoy hablando muy en abstracto, lo sé. Pero a donde quiero llegar es a una idea básica y sencilla. Tanto la ira como los celos son, en esencia, respuestas emocionales. Y particularmente la respuesta de celos (resumiendo mucho) suele presentarse cuando percibimos que la vinculación que tenemos con alguien está en peligro. Esto de algún modo está relacionado con el apego, y puede ser una respuesta espontánea que se presente hacia la amenaza de abandono.
¿Por qué hay una tendencia tan generalizada a considerar que una respuesta de celos está explicada por la característica de esa persona? Hay personas que expresan celos con unas parejas y no con otras. ¿Por qué? Usualmente suele ser porque la base segura de la pareja en esta última está bien construida y suele haber una buena comunicación que garantice el arropo y la confianza mutua. Conozco a algunas personas que se martirizan por sentir celos hacia su pareja y, cuando les indago, me cuentan cosas como "tengo evidencia de que tontea con otras personas enfrente mía", "tiene respuestas evasivas ante un tema importante", o simplemente relatan indicios relativamente claros de que hay alguna información importante que está siendo oculta.
¿No puede una situación activar la respuesta de celos y, en cierto modo, que dichos celos sean el indicador de una necesidad (confianza, arropo, seguridad) que no esté debidamente cubierta? El problema no es la emoción. No hay ningún problema en una emoción. El problema es lo que se hace, y hacerse se pueden hacer muchas cosas.
Lo que no es útil en absoluto es que la persona se martirice y se pelee con sus propias reacciones emocionales sin empezar por validar esos celos, pues puede que a veces estén ahí por algo, y no siempre porque sea un rasgo patológico de una personalidad "perturbada".
Ese es el mensaje principal que quiero transmitir en este artículo. Acostumbramos a hacer lecturas clasificatorias, juzgar por la conducta y por las carátulas a las personas. No te olvides de que hay personas viviendo situaciones muy complejas o bastante dispares de aquello que podemos imaginar. Yo te animo a evaluar el contexto antes de emitir juicios, así como a concebir que quizá hay cosas en esa dinámica de la relación que se te están escapando. Quizás muy a menudo, solo vemos la punta del iceberg.
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Francisco Escudero
11-12-2024
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