ENFOQUE TERAPÉUTICO
Mi formación académica está basada, de manera más destacada, en el enfoque cognitivo-conductual. Pese a ello, doy una total importancia a la integración interdisciplinar y a la formación continua. Otras de las corrientes que también configuran mi marco terapéutico son: Terapia de Aceptación y Compromiso, Terapia familiar sistémica (actualmente estoy formándome en terapia familiar sistémica en la escuela Caleidoscopio) y enfoque humanista. En general, tengo una gran inquietud, y una visión ecléctica, a la hora de valorar conocimientos y habilidades de otros enfoques. Las técnicas que uso son las extraídas de las fuentes científicas que permiten acceder a las herramientas en mayor vigencia a la hora de tratar problemas psicológicos (guías clínicas, manuales diagnósticos, bases de datos PsycINFO…). A continuación mencionaré alguno de los principios que considero importantes en mi enfoque y práctica profesional:
Confidencialidad. Todo lo que sucede en la consulta está blindado y protegido por la máxima discreción. La confianza debe ser un requisito básico del trabajo terapéutico.
Alianza y respeto. La consulta es un espacio de reflexión y transparencia donde debe encontrarse una garantía de comodidad mutua.
El psicólogo es el experto, pero el paciente es el “propietario” de su vida. Una de las quejas más frecuentes de los pacientes que alguna vez han ido al psicólogo es que éste les dice “lo que tienen que hacer”. Esto, sin duda, es un error profesional. El psicólogo no puede decir al paciente qué decisiones tomar sobre su vida personal, sino facilitar su capacidad de tomar decisiones y gestionar los retos que le presenta su circunstancia vital. En ocasiones tenemos la imagen del psicólogo como alguien que “nos lee el inconsciente” o que “puede leer nuestros secretos”. Desde mi enfoque esta creencia no es útil. Cada persona es única y, aunque el psicólogo pueda detectar pautas o ponerlas a trasluz, nunca sabrá o podrá pretender saber más que la propia persona.
Importancia de la comprensión. Uno de los principios básicos de toda terapia es resolver esa desazón que genera el no entender por qué nos está pasando esto. Facilitar información que permita entender el problema es uno de los primeros e imprescindibles pasos.
Normalización y validación. Otro aspecto importante en terapia es llegar a comprender que el problema que tenemos, así como las consecuencias que se derivan del mismo, atienden a una lógica y que es algo que le pasa a mucha gente. Comprender que es algo normal, que tiene su razón de ser y su remedio es también importante.
Autocontrol y responsabilidad. Gran parte de los problemas implican la importancia de adquirir responsabilidad y control de las condiciones de la vida personal. Recuperar ese sentido de control y tener la opción de empezar a tomar decisiones con responsabilidad es algo necesario para la recuperación..
Principio de sencillez. Los científicos usan un término llamado “parsimonia” que se refiere a la importancia de explicar los hechos por sus variables más sencillas. En ocasiones, lo que nos sucede es más sencillo de lo que nuestra mente nos hace creer. Damos vueltas buscando explicaciones a aquello que nos genera frustración y de este modo acabamos haciendo el problema aún más grande. La terapia es un espacio para explorar e inspeccionar, pero no para construir conjeturas desconectadas de la realidad inmediata de la persona.
El papel de los psicofármacos. No se puede negar que en ciertos trastornos severos los fármacos son efectivos, pero ante una sintomatología moderada no lo son tanto. No solo eso, la Asociación de Psiquiatras Americana (APA) demostró que el tratamiento combinado (intervención farmacológica más intervención psicológica) es siempre más eficaz que el tratamiento farmacológico aislado. El consumo de psicofármacos como única línea de tratamiento puede tener efectos muy negativos en el paciente. Debe sumarse tanto los efectos de tolerancia y dependencia que el consumo genera, como también el problema de que el fármaco solamente genera un “ajuste fisiológico” sin afectar a hábitos, creencias, percepciones, relaciones sociales, circunstancias vitales, etc, que suelen ser el origen de muchas afecciones psicológicas. Es decir, el fármaco genera alivio a corto plazo, pero suele agravar, a largo plazo, los problemas.
Efecto de etiquetado. En la mayoría de casos, el hecho de ostentar una etiqueta (depresivo, problemático, alcohólico) suele tener efectos muy negativos en el paciente. Darse cuenta de cómo esta etiqueta nos afecta y de cómo incluso la "podemos" usar para no asumir responsabilidades necesarias es importante.
Confrontar y exponerse a los problemas. La evitación de aquellas cosas a las que preferimos no exponernos suele, en muchos casos, ser el origen de problemas como la ansiedad y la depresión. El problema de tener un patrón de evitación instaurado en nuestra conducta es que no nos permitimos desarrollar recursos para hacer frente a esas situaciones difíciles o, cuando suceden, nos desestabilizan hasta el punto de que facilitan el desarrollo de síntomas psicológicos. Desarrollar la capacidad de gestionar “las mejores opciones de nuestro porvenir pero también las peores” nos dotará de herramientas y fuerza para resolver problemas y afrontar retos. El psicólogo debe ayudar a afrontar los problemas y facilitar la fortaleza y actitud para resorverlos de una manera adecuada.
Importancia de los hábitos saludables. Cuestiones como la nutrición, la actividad diaria, el estrés han demostrado ser de gran importancia para la salud física y mental. Para casos como la depresión o adicción a drogas, estos cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia.
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¿QUÉ PUEDO TRATAR?
- Psicólogo sanitario en Sevilla-
Dispongo de la habilitación sanitaria adquirida a través del Máster General Sanitario para poder evaluar e intervenir ante problemas psicológicos de ámbito sanitario. Como mencioné antes, el etiquetado diagnóstico es algo contra lo que el paciente debe luchar. No existen las personas "depresivas", o "ansiosas", sino comportamientos o manifestaciones que todo el mundo experimenta alguna vez en su vida. Si usted experimenta un malestar subjetivo, se siente vacío, no sabe qué quiere en su vida y le cuesta lidiar con su entorno puede venir a mi consulta y le ayudaré. La sintomatología psicológica suele ser un aviso de ciertas cosas que debemos cambiar en nuestra vida. Algunos ejemplos específicos o problemas comunes que trato son: ansiedad, crisis de angustia, fobia, depresión, conductas compulsivas o adictivas, estrés, sentimientos de vacío, obsesión, rupturas sentimentales, problemas sexuales, etc. Estoy especializado en el tratamiento de problemas de adicción, en los cuales trabajar con los problemas de ansiedad y estado de ánimo suele ser importante.